Niño es él
como las cigarras que desgastan cabalgando sin decoro
las yemas de los pinos.
Niño es él
y abre sus ojos bajo la cisura de sus astros de granate
y el sonido de las aves portadoras de penachos acerados
remontando desde el mediodía con inaugurales luces
y luego con iniciales cerrazones de la noche.
Y ella
se pregunta qué representa para él descubrirse
o cómo escribe en su manta la dicción mañana.
Fabiola
-de Argentina-