De cielo y sol
de nubarrones y gavinas
va el bote
ornamentado en su premura
brisa el apoyo sobre su costado
y un indiscreto puerto por entrega.
Su gallarda delantera surca el mar
desgarrando la calmada plata
de singular finura
quiebra el espacio
que al rasgar apura
dos cabrias de curadas gotas.
Cuando se esconde el astro
en duelo de dejar a la nave en el velado
el camino oscuro de correr sin trazas
se abate en la noche lenta, palpitante
y persiste su marcha hacia adelante
por la arcada sin final de las estrellas.
Bordados de saludo y gracia
es la ocupación de desistir muriendo
marchar con otro rumbo, hacia otra ola
buscar mañanas, tropezar mutismos
cerrar el puño, reducir la herida
y en cada esclusa amanecer rumbeando.
Federico
-de Argentina-
de nubarrones y gavinas
va el bote
ornamentado en su premura
brisa el apoyo sobre su costado
y un indiscreto puerto por entrega.
Su gallarda delantera surca el mar
desgarrando la calmada plata
de singular finura
quiebra el espacio
que al rasgar apura
dos cabrias de curadas gotas.
Cuando se esconde el astro
en duelo de dejar a la nave en el velado
el camino oscuro de correr sin trazas
se abate en la noche lenta, palpitante
y persiste su marcha hacia adelante
por la arcada sin final de las estrellas.
Bordados de saludo y gracia
es la ocupación de desistir muriendo
marchar con otro rumbo, hacia otra ola
buscar mañanas, tropezar mutismos
cerrar el puño, reducir la herida
y en cada esclusa amanecer rumbeando.
Federico
-de Argentina-