de la encrucijada de un lugar
y su ideal hora
ya sea que nos atraviese sin dicciones aún
como una calandria estremecida en la huída
y se presagie en ella
toda la vacilación escrupulosa del futuro
ya sea que se nos acerque con garbo femenil
o como un poco de burbujas
salida del difícil y virtuoso azul.
Silvina
-de Argentina-